El trabajo social es un área apasionante para aquellos que buscan optimizar y mejorar los ambientes donde las personas se desarrollan.
Sin duda, un campo interesante que integra conocimientos de distintas ciencias sociales y humanas con la finalidad de mejorar el mundo en que vivimos.
La situación actual nos da un buen ejemplo sobre el campo de acción de un trabajador social. Aunque muchas veces no queda claro su papel, sin duda es fundamental para mantener las estructuras comunitarias.
Aportar tu granito de arena a la sociedad es posible, y es en lo que se enfoca este maravilloso plan de estudios que ha cobrado relevancia en momentos de crisis.
Para ello hemos platicado con la licenciada Gabriela García de León, actual docente de esta materia.
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El trabajo social es una disciplina basada en una metodología que atiende a personas en situaciones vulnerables, o comunidades con necesidades para su desarrollo.
Si tuviéramos que describirlo con una palabra, esta sería congruencia. Y es que el profesional en Trabajo Social debe ser una persona activa que lleve a cabo las acciones pertinentes dentro de cada situación con el fin de mejorarla.
Sin duda, además de llevar a cabo las ideas o propuestas, también es necesario que goce de sensibilidad humana y proactividad, pues este profesional jugará un papel muy importante en las comunidades o ambientes donde decida desarrollarse.
Es un concepto erróneo definir el trabajo de esta área como “ayuda”, porque el Trabajador Social lo que hace es influir.
Lo hace a partir de los conocimientos metodológicos que se obtienen en la carrera, con los cuales este profesional propone soluciones a las personas para que, con sus recursos, afronten las problemáticas.
Se puede trabajar directamente con personas, familias, grupos o comunidades en ambientes laborales, educativos, comunitarios siempre con un enfoque hacia la salud, así como al bienestar social.
El campo de aplicación del trabajo social es muy amplio. Así, hay muchos tipos de crisis pueden ser intervenidas por los profesionales del trabajo social.
Actualmente tenemos un ejemplo muy claro: el apoyo a la sociedad ante la pandemia ocasionada por el COVID-19.
En el caso de una persona enferma es el trabajador social el encargado de averiguar su situación, qué hay detrás, si tiene familia a su cargo, cómo vive, etc. Este profesional se encargará de brindar información a la familia, y es aquí donde aplica los recursos adquiridos en su formación.
El papel de los trabajadores sociales demanda empatía, don de gente, responsabilidad en cuanto a la información que brinda. Es la persona encargada de calmar emociones y sentimientos del paciente y su círculo cercano.
Hablar de momentos de crisis es muy amplio debido a que desde el trabajo social se pueden encontrar crisis desde distintas perspectivas: en lo individual, relacionada con la salud física y mental; familiar, en la interacción, desintegración, violencia; y en lo grupal, lo relacionado con las necesidades de sectores más amplios como la falta de alimentos o atención médica.
En el caso de la crisis actual por COVID-19, podemos abordarla tomando en cuenta los siguientes consejos:
I. Ser responsables en el autocuidado de la salud personal y comunitaria, seguir los protocolos que marca la Secretaría en cuanto a la sana distancia.
II. Tener un pensamiento crítico para discernir entre la información amarillista y la que viene de instituciones oficiales.
III. Aprovechar estos momentos de distancia física para fortalecer relaciones con los integrantes de nuestra familia y crear momentos significativos.
IV. Informarse en cuanto a las indicaciones a seguir en la nueva normalidad. Practicar con los niños el uso correcto del cubrebocas, así como las medidas a aplicar en los centros educativos.
V. Es el momento de reflexionar sobre el medio ambiente. Las áreas verdes se recuperan, diversas especies de animales están reapareciendo, se percibe menos contaminación, tenemos una oportunidad… por eso debemos valorarla y aprovechar el lado positivo de esta experiencia.
Contamos con las herramientas necesarias para identificar qué tipo de intervención se debe llevar a cabo. Nuestra actuación está cargada de valores y principios éticos que nos permiten un buen desempeño en diversos ámbitos.
La labor del trabajador social no se queda solo en implementar labor social, sino que también se encarga del análisis minucioso de la problemática, porque queda claro que se trabaja con personas, no con problemas.
El trabajador social cuenta con la cualidad de ser sociable y logra concientizar, motivar, educar y promover diversas acciones para que el usuario, con sus propios recursos, afronte la problemática de la manera más benéfica para sí y para su entorno.
Aunque el profesional debe tener bases sólidas sobre las metodologías, también debe desarrollar cualidades interpersonales que le servirán para el correcto desempeño de sus funciones.
Aquí te platicamos sobre algunas de las aptitudes que deberá desarrollar el trabajador social:
Es necesario que tenga la capacidad de analizar y apreciar las cosas de una manera integral, para poder enriquecer sus acciones, así como para identificar aquello que es necesario dentro de cada situación.
Administrar tiempos, recursos, materiales y actividades es a lo que se enfrenta el egresado en su día a día. Por esta razón el poder de estructurar todas sus pendientes es indispensable.
Actualmente todos los campos están en constante actualización, por eso el trabajador social debe buscar una formación continua, tener la habilidad para buscar información y capacitación que lo mantenga al día.
Tiene que saber gestionar recursos obtenidos de diversas fuentes de apoyo, de acuerdo a la problemática que esté atendiendo.
Una de las habilidades con las que debe contar un trabajador social es la facilidad de palabra, la motivación y liderazgo de grupos.
No hay que dejar de mencionar que la licenciatura en Trabajo Social es un campo multidisciplinario, por lo tanto ofrece conocimientos en derecho, antropología, salud, psicología por mencionar algunas áreas, con la finalidad de dar una buena atención y de reconocer cuando el usuario requiere la atención especializada.
¿Interesante no?
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