El sedentarismo se ha hecho parte del estilo de vida de muchas personas. Esto puede traer consecuencias negativas en la forma de alimentarnos y nutrirnos y, en consecuencia, afectar nuestra salud.
¿Tu estilo de vida es sedentario? ¡No te alarmes! Hay mucho que podemos hacer para revertir esta situación.
En este artículo explicaremos la relación que hay entre nutrición y sedentarismo y cómo podemos potenciar una vida saludable mejorando nuestros hábitos.
Pero antes, entendamos…
El sedentarismo se refiere a la falta de actividad física. Actividades como estar sentado en la oficina, en la escuela, ver televisión o jugar videojuegos, son prácticas sedentarias modernas, las cuales seguramente realizas con frecuencia.
Sin embargo, aunque todo lo anterior puede parecer inofensivo en sí mismo, la realidad es que puede afectar nuestra salud a largo plazo. Problemas cardiovasculares, obesidad, diabetes e hipertensión son algunas de las condiciones que pueden presentarse como consecuencia de la escasa actividad física.
Entendemos que el ritmo de vida actual a veces nos dificulta realizar ciertas cosas, no obstante, no es imposible comenzar a formar buenos hábitos e incluir rutinas de actividad física en nuestros días.
Por su parte, la nutrición se define como el proceso biológico en el cual los humanos procesan los alimentos ingeridos para obtener todos los nutrientes de la comida.
Estos nutrientes son esenciales para mantener al cuerpo en funcionamiento óptimo y con buena salud.
Dentro de la nutrición existen buenos y malos hábitos alimenticios, así como buenas y malas dietas.
Desde luego, malos hábitos y dietas poco saludables tendrán como consecuencia una nutrición deficiente y problemas de salud a la larga.
Muchas horas de oficina, de televisión y videojuegos, desplazamiento en vehículos automotores y otros elementos del confort exigen de nosotros muy poco movimiento. Ello puede hacer difícil evadir el sedentarismo.
Asimismo, el estilo de vida muy ocupado nos puede orillar a tener una mala alimentación. Por ejemplo, almorzar comida rápida porque la noche anterior no tuviste tiempo de cocinar en casa.
Con esto estarás ingresando al cuerpo alimentos de baja calidad nutricional y con un alto contenido calórico, que no podrás quemar fácilmente ya que tus actividades no implican movimientos físicos o ejercicios.
Al repetirse este escenario con frecuencia, es posible que se suba de peso y se desarrollen enfermedades relacionadas con la obesidad, como las mencionadas anteriormente.
Esto realmente es bastante común en nuestro país.
Toma en cuenta que cada alimento que ingieres te da una cantidad de energía determinada. Hay ciertos alimentos más calóricos que otros y la única manera que tienes de gastar esa energía para no caer en la obesidad es realizando actividad física.
Algunas recomendaciones para disminuir el sedentarismo y la mala alimentación son:
¿Qué te ha parecido esta lectura? ¿Cómo consideras que es tu estilo de vida? ¡Deja tu comentario!