Las mejores dietas de nutriólogos incluyen alimentos ricos en grasas buenas que proporcionan beneficios para la salud.
Sí, contrario a lo que algunas personas piensan, existen grasas que sí son favorables para el organismo humano y que, incluso, conviene consumir con regularidad.
Dicho esto, en las próximas líneas te explicaremos de qué tratan las mismas, cuáles alimentos las contienen y cómo incluirlas en la dieta personal.
¡Sigue leyendo!
Se trata de las grasas insaturadas, las cuales se dividen en dos tipos: poliinsaturadas y monoinsaturadas.
Científicamente, los beneficios de éstas se basan en los múltiples enlaces que poseen entre sus átomos de carbono.
Pero, en términos simples, ¿qué aporta esta característica peculiar de las grasas insaturadas o buenas? Principalmente, las convierte en una fuente de bienestar y cuidado del corazón, lo cual las hace una poderosa armada de prevención de infartos y males similares.
Como ya sabes las grasas buenas se separan en poliinsaturadas y monoinsaturadas.
Las grasas poliinsaturadas se encuentran en los llamados pescados azules, como el salmón y el atún, que además son ricos en omega 3.
También están presentes en aceites vegetales como los de girasol y soja.
Por su parte las grasas monoinsaturadas son uno de los principales elementos nutricionales del aguacate y muchos de los frutos secos, entre ellos las nueces y las almendras.
También, los aceites de oliva y nabina son fuentes importantes de este tipo de grasas.
Lógicamente, las grasas buenas son la antítesis de las saturadas, también conocidas como “malas”, que son aquellas que se encuentran en alimentos como la mantequilla, los embutidos, los quesos grasos y la leche entera y sus derivados, y que incrementan los niveles de colesterol de manera sustancial.
Por ese motivo, para llevar una alimentación saludable es importante intentar elevar el nivel de consumo de grasas insaturadas, a la par que se disminuye el de saturadas.
Para lograrlo se pueden aplicar buenas prácticas nutricionales, tales como:
Las margarinas vegetales, especialmente las ricas en soja, tienen altos índices de grasas buenas y son un sustituto natural de la mantequilla.
Por ello, acostumbra utilizar margarinas para untar panes y realizar diversas mezclas, algo que te agradecerá tu corazón y el organismo en general. Eso sí, verifica que no contengan las llamadas grasas trans, que son perjudiciales.
En vez de consumir productos artificiales y altos en grasas malas, lleva contigo frutos secos, como las almendras, para satisfacer tus antojos o los momentos de aumento del apetito.
También conviene que consumas estos frutos a la hora de ver películas, series o en cualquier momento en los que normalmente acostumbres a comer productos o alimentos nocivos para la salud.
Sustituir los lácteos enteros por los descremados te permitirá mantener parte de tus hábitos alimenticios y el consumo de calcio sin poner en riesgo tu salud y los niveles de colesterol.
¡Eso es todo! Ya sabes qué son las grasas buenas, en cuáles alimentos están presentes y de qué manera incluirlas en la dieta.
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