De todas las carreras que puedes tomar, hay pocas que son tan apasionantes y que tienen un impacto tan fuerte en la sociedad como el Derecho. Después de todo, los abogados son los profesionales que realmente conocen el funcionamiento de las estructuras sociales, políticas y judiciales que la conforman, pero, además de eso, también están profundamente involucrados con el ámbito económico.
Quizás esto resulte una sorpresa, puesto que la relación no es inmediatamente aparente. Por eso, hemos decidido pedirle ayuda a uno de nuestros profesores y construir un contenido que te permita entender por qué es importante para un abogado conocer sobre temas económicos.
¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Para empezar, no podemos abordar el estudio del Derecho, sin pensar en otras ramas que son importantes para la sociedad.
Anteriormente, se hablaba de una teoría pura del Derecho, pero, con el tiempo, nos dimos cuenta que la sociedad tiene la capacidad de evolucionar constantemente, que tiene una estructura que no es estática, y se volvió imperativo que el Derecho pasara a ser algo mucho más dinámico.
Tan es así que, en algunos códigos civiles de los estados del país, se han tenido que hacer modificaciones para entender los cambios de conceptos tan antiguos como la familia, la adopción, etcétera.
Y esta regla no se rompe en el ramo económico. Por ejemplo, hace décadas, las leyes hacían alusión, al hablar de las transacciones económicas, de un acto administrativo que estaba constatado por una autoridad en un texto escrito. ¿Ves el problema con esta definición? ¡Exacto! ¡No toma en cuenta los documentos digitales!
Hoy en día, la economía no se concibe solamente en un documento escrito, sino que ha cambiado y cuenta con formatos diferentes que, aunque parezca extraño, requieren que nuestras leyes se adapten para ser capaces de darles validez y asegurar que el sistema no se rompe por completo.
A su vez, antes la operación era más práctica y ortodoxa, donde el cliente y comprador se reunían e intercambiaban dinero por bienes o servicios. Las operaciones eran más directas y, relativamente, sencillas.
Ahora, hay plataformas digitales que emulan esta relación por medios electrónicos, y la pregunta es, ¿cómo se establecen los derechos y obligaciones de los involucrados en estas transacciones?
Un buen abogado debe estar al tanto de todos estos temas para seguir aportando a la comunidad y ayudar a fortalecer estas nuevas estructuras revolucionarias.
Desde la universidad, este tema se estudia con cuidado, con materias como:
Cada una de estas materias busca inculcarle al abogado futuro los conocimientos y las habilidades que necesita para entender esta parte tan crucial de nuestra sociedad, lo cual, a su vez, le da herramientas increíbles para formar parte de ella y hacer la diferencia.
De hecho, hay abogados que se especializan de lleno en el área empresarial y a ellos los conocemos como abogados corporativos.
Estos profesionales son los que se encargan de la estructura jurídica-legal de la empresa, desde su formación y su desarrollo, hasta que la compañía se liquide. Son los más indicados para asegurar que la empresa cumple con todas sus obligaciones, tanto corporativas como fiscales.
Entre sus funciones, hacen cosas como:
Como puedes ver, todo esto hace que el abogado corporativo sea completamente necesario para las empresas.
Ahora que sabemos que es importante que un abogado maneja con soltura el tema, es hora de que hablemos de forma más específica sobre aquellas cosas que necesita saber.
En este caso, ¡te compartiremos las 2 más importantes!
¡Empecemos!
Estas serían:
Un abogado que maneja a la perfección estos temas, es un profesional con mucho poder y potencial para generar un impacto en la sociedad.
Las economías de opción son aquellas que permiten a las empresas encontrar formas legales y factibles de optimizar sus ganancias y el pago de impuestos.
Un abogado que conoce el funcionamiento de estas economías, siempre va a buscar la forma más atractiva y legal para que las empresas puedan usar estrategias fiscales.
Por ejemplo, supongamos que tienes una empresa y recibes una llamada a finales de diciembre de un cliente que va a comprarte un servicio o producto por un valor alto, quizás estamos hablando de millones de pesos. Si factura en diciembre esa cantidad, tendrás que pagar el 30%, considerando que estás a pocos días de que termine el mes.
Por suerte, tu abogado corporativo te asesorará y te recomendará que lo mejor es facturar la venta al inicio del siguiente año, de esa forma tendrás más liquidez y tiempo de sobre para disminuir el número de impuestos con las cuentas por pagar.
Es un ejemplo muy sencillo, ¡pero que se da mucho más seguido de lo que piensas!
¡Y listo! Esperamos que este contenido te haya enseñado mucho sobre la relación entre el Derecho y la economía.
Si tienes alguna duda o te gustaría agregar algo, ¡hazlo en los comentarios!
Este contenido fue construido con la ayuda del Maestro Luis Miguel Olguín, docente de la carrera de Derecho en UVG, Coatzacalcos. ¡Muchas gracias por compartir tu experiencia!